Como una respuesta creativa a su expulsión del Concejo de Cartagena en 2011, por ‘no estar vestido de manera adecuada para un lugar honorable’, nace el Capitán Cartagena, un singular superhéroe dispuesto a convertir su indignación en acción.
Su poder es la comunicación. El Capitán trae mensajes de conciencia, en una ciudad excluyente y caótica. Lucha por el auto-reconocimiento del ciudadano en su propia ciudad, y por el empoderamiento colectivo en defensa de la cultura y el territorio.